domingo, mayo 30, 2010


y uno va a la deriva en un océano profundo como náufrago entre los miedos de los otros (y los propios)
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"...Sin embargo, las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto: su silencio. No sucedió en realidad, pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos, aunque nunca de su silencio."
(iba a citar al autor, como es debido; sin embargo he decidido omitirlo por respeto, pues está tan por demás... ya sabemos de quién se trata)
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