Además, me resulta difícil suponer que es posible evocar con palabras lo que en los sueños no ocurre de manera lineal o en el plano lingüístico, sino que (al igual que en los pensamientos humanos) se ramifica en todas las direcciones y se difunde en el plano sensual y en la escritura pictográfica, por llamarlos de esa manera. Los sueños no habitan una solución lingüística, sino que flotan en un espacio libre, atemporal, y tan pronto se transforman en lengua o escritura, pierden su carácter voluminoso y se estiran en longitud. De ese modo parece que duraron mucho más de lo que es realmente el caso. Páginas enteras de esos dos sueños anotados en mi informe fueron soñadas durante unos cuantos miles de segundos cada uno. El sueño, como el miedo, se desplaza en profundidad y vastedad, no en longitud.
Milorad Pavic en Pieza única