Minuta de domingo por la mañana. 

Puntos tratados de 9:30 a 12:00 vía Skype.

Allá el cielo está muy azul.  Aquí también. Aquí y allá el cabello crece rápidamente; tiene una velocidad distinta a la de las emociones.  En D.F. no existen esos árboles que allá sí: los guayabo-fresos. Allá, a diferencia de aquí,  ha encontrado a su paso pocas personas que están en crisis, de hecho sólo una, sin contarse a sí misma. Respondo con una pregunta: ¿será la ciudad?.  Se enfatiza la sospecha en las personas que corren sin detenerse para tomar aire, sin cerrar los ojos para verse por dentro. Hay caminos internos que únicamente solos se pueden recorrer.  Nuevamente la velocidad de las emociones y de las personas que las albergan, se vuelven un tema. Sendos remedios: ante males similares, allá se recurre a la paciflora; aquí, yo hice un libro.  Ninguno ha dado resultado.