miércoles, marzo 21, 2012





Metáfora de la casa.

De día, ráfagas de tibia luz entran por las ventanas, clavándose en los relucientes pisos y muebles estoicamente conservados. Nadie podría jamás creer que dentro de estos muros que preservan el orden y la cordura, cúmulos de polvo que se deslizan rodando por los pisos se alojan a veces detrás de las cortinas o escondiéndose entre las sombras que la luz no alcanza.



No hay comentarios.: