El futuro
Siempre es el futuro. Siempre llegamos a él. Es el único tiempo que
existe. ¿Quieres saber cómo se conoce el futuro? Solo recuerda qué pensabas
hace diez años. Qué te preguntabas en ese entonces: ¿cómo será mi vida? ¿en
qué trabajaré? ¿disfrutaré lo que haga? ¿a qué le temeré? ¿seguiré viviendo en
donde ahora vivo? ¿aún vivirá toda la gente a la que ahora amo? ¿estaré casado/a?
¿me sentiré feliz? etc. Ahora, responde
a esas preguntas. Este momento es la respuesta a tus preguntas. Eso es el
futuro. La paradoja del futuro es que sólo se puede llegar a él a partir del
pasado.
Nota 1: A diferencia de lo que con frecuencia se cree, el futuro no
cambia, el pasado sí: lo que nos contemos de él.
Nota 2: El futuro que importa es la relación entre las preguntas que
decides hacerte y las respuestas que puedas darles.